“Y sentimos a veces, en mitad
de la reunión o de la clase
el plomo en la garganta, la culebra
reptando por los nervios y los años “
Miguel Martínez López
Hay puntos de inflexión
que te dejan en estado de ingravidez.
Y flotas, flotas
mirando al suelo, pensado en la caída.
Los hay que son esquinas a doblar
como el día de pánico y respeto
en el que ves a tu abuela desnuda:
- vulnerable y dependiente, sí
pero digna -
Algunos de estos puntos son curvas
Como cuando aquél que apenas conoces
-pero te encanta- no ha venido
y vives una estúpida congoja.
Otros puntos son más verticales
- acantiládicos-
Puntos lineales descendentes,
como el rubor que sobreviene
cuando te grita un amigo
y tú no entiendes nada.
También están los puntos agónicos
que son puntos y aparte.
Como cuando te das cuenta
de que ya no te quieres
y nada volverá a ser lo mismo.
Hay puntos de inflexión
que te dejan en estado de ingravidez.
Y flotas, flotas
y luego caes, caes
disfrutando del dolor
de volver a levantarte.
te recomiendo la lectura de Gustavo Bueno, filósofo y psicólogo...ha acuñado el concepto de "hombre flotante". Los tiros van por ahí...
ResponderEliminarGracias!! Tomo nota ;D
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