Has llegado con el pelo
prendido en llamas.
Repleta de flores.
Más viva que nunca.
Has venido de cero, distinta
con las costillas despegadas
sacando historias recién vividas
de un bolso ridículo.
Has venido con el café de casa,
hirviendo, riéndote
de un mundo por estrenar
con las uñas mordidas
y colorete de salsa de tomate.
Has llegado oliendo a nueces
a patatas recién sacadas de la tierra
con zapato plano
y el vello de los brazos de punta.
Te sientas a mi lado
con la elegancia de un dogo
casi como antes,
casi como cuándo éramos otra cosa
Has venido haciendo latir el suelo
bajo tus pies del 37
y yo te lo agradezco
aunque me arda tanta viveza.
El camarero acaba de conocerte y ya te quiere
y yo le entiendo.
Mírate
Estás lista,
Como un manojo de dinamita.
Llevas tanta vida
bajo los pulmones
que podrías engendrar
varios hijos de una exhalación.
Tú no lo sabes
pero al doblar esa esquina
has viajado al pasado.
Y ahí estoy yo
apartando todas esas flores
para verte bien.
quizá para decirte
ya sabes, lo que te decía antes.
El camarero nos toma nota
y para su deleite
yo te quiero a ti.
pero tú quieres
un café
con leche fría
en vaso.
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