María podría ser cualquiera;
podrías ser tú
un martes con resaca del infierno.
María estudio cosas,
pero aprendió lo justo para atarse unos zapatos sin cordones.
María podría tener un nombre compuesto y
gustarle hablar con las vecinas.
María vive con sus gatos (mentira)
y riega los geranios (también mentira)
María podría tener madera de casada.
María debería cargar con el peso de su nombre
y dejar de deleitarse con nombres de anuncio de contactos.
María, siempre a secas, podría elegir
entre humedecer sus sábanas o sus mejillas.
María podría ser yo misma.
Yo misma podría ser cualquiera.
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