Estamos
esperando ese pensamiento que nos golpee,
esa ola que
nos rompa en el pecho como la primera,
esa
sensación que venga,
que llegue y
que nazca en la parte baja de la barriga
y nos sacuda
de una.
Aguardando
el tiempo del hambre
ansiosos de
sed,
de lo grato
que será saciarla.
Qué lástima
si amanece
mañana
y por error,
es la náusea
la que llega primero
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