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martes, 24 de mayo de 2011

Memoria Emocional



No me creo
que no recuerdes el olor de su pelo
o la poca soltura con la que lo acomodaba
para volver a soltarlo en un gesto inútil.

No puedo concebir
que no recuerdes la forma en la que colocaba, minuciosa,
su cabello tras sus orejas de ratón
o lo plácida que lucía su melena salada
sumergida bajo el agua del mar.

Me resulta impensable que hayas olvidado,
lo mucho que le gustaba despeinarse
y lo poco que le importaba
tener las puntas abiertas o cerradas.

Quiero pensar que me engañas, cuando dices que no recuerdas
el largo y el color de su pelo,
las veces que se ocultaba tras un denso flequillo
o las que vestía de sol su frente despejada.

Mírame a la cara y dime que olvidaste
su cabellera en tu cuello,
su melena en tu boca,
su cabello en tu vientre,
...
Definitivamente,
debes estar tomándome el pelo



lunes, 23 de mayo de 2011

El mundo mío



Te miré y se me paró el mundo.

Un frenazo seco
que hizo caerse de mesas y sillas
las cosas conocidas que apilaba
por si algún día perdía la memoria.

Te miré y todo se detuvo.

Pensé en palabras que ya nadie dice
y decidí volverme carnal, soez,
por sobrellevar la vergüenza.

Tú delante
y el mundo mío quieto, inmóvil,
casi podría decir asustado.

Te miré y tú;
tú la miraste a ella.
Y mi mundo - inexorablemente-
tuvo que volver a girar.
Un giro oxidado, chirriante.
pero giro al fin y al cabo.



lunes, 16 de mayo de 2011

Apología del Desenchufe


Cargo el móvil, cargo a débito,
cargo el coche de cargas innecesarias,
cargo con más bolsas de las que puedo cargar
y cargo contra todo,
cargo contra todos,

Cargo el cepillo de dientes y con el peso del mundo
cargo pilas, baterías, combustibles
cargo la cámara de fotos y fotografío todo lo que cargo.

Encargo pizzas de la casa y trajes de novia
y cargo, y cargo… y vuelvo recargada.
Cargo con lo que ya no quieres cargar
y te digo, -tú tranquilo, yo me encargo.

Cargo mi portátil (y ay de mí si no lo cargo),
cargo con culpas, remordimientos,  maletas;
Quedan a mi cargo, cenas, estereotipos y facturas;
pero no toco nada, porque todo me lo cargo.

y a la noche me descargo,
exhausta, prescindible;
con dos rayitas.