Etiquetas

sábado, 12 de abril de 2014

Lo Otro



A Irene Rivero y Luis Pámpanas



Ella no tiene habilidad ninguna para recogerse el pelo.
Para elevarlo un poco aquí
y dejarlo caer un tanto más allá.
No la tiene.
Es un encanto, pero no sabe.
Si quiera para ponerse una desconcertada horquilla
a la altura natural de la sien.
No sabe.
Es genial,
pero no sabe.

Él, no tiene habilidad ninguna para  la vida acuática.
Está gracioso, le gusta, pero eso no es nadar.
No sé cómo lo hace
pero no flota como el resto, no le queda grácil,
Está precioso,
varado junto a la escalerilla
de un complejo vacacional.
Me encanta, pero no sabe.

Los dos, se ocuparon de mi vida marina
y mi cabellera
en un reparto racional de funciones.
Él me cortaba el pelo y me cuidaba las puntas,
ella me mantenía a flote.
Pero lo que hacían fácil era lo otro,
lo de llegar y darme la vida como si no costara trabajo.
lo de ayudarme a ser persona
iluminando a fogonazos
mi pecho
para enseñarme cada palabra que escucháis saliendo de mi boca.

Aun así, os sorprendería
conocer los problemas que ella presenta
para poner a descansar un pañuelo alrededor de sus cuello.
No sabe, tira de ingenio, pero no sabe.
Vas a sonreír,
porque te la puedes encontrar
totalmente derrotada por una bufanda,
Abatida ante un fular
como si hubiera sido rebanado de la cabellera misma de una retorcida medusa.
Te digo, que no sabe.
Es un espectáculo maravilloso, pero no sabe.

Él, en cambio, podría encontrarse
de pronto, desnudo, en medio de la vida pública
muerto de vergüenza, ajena.
No lo lleva bien, no sabe.
Él actúa a firme, conciso, pero puede caer fulminado
si el de enfrente se anima a cantar clavelitos.
Es muy tierno, pero no sabe.
Antes de llegar al estribillo, él habrá muerto dos o tres veces,
por eso, o por un cumpleaños feliz entonado a capela
en medio de su restaurante favorito.
Es entrañable,
 no sabe.

Decir, que ambos se ocuparon de lanzarme a la vida ajena
y abrigarme los inviernos en un reparto racional de tareas.
Ella me cantó siempre, alto, cuando y donde quiso,
él me educó las manos y me construyó un bastión al final de cada otoño.
Pero lo que hacían fácil era lo otro.
Lo de ayudarme a crecer  vigorosa y fuerte.
Lo de quererme tanto
que a cachitos, les asoma el corazón por el escote cuando me sonríen.
Lo de gritarme que me hurgue la vida porque es mía
porque tengo que saber de qué está hecha.

Buscadla un día,
la veréis bellísima no consiguiendo ponerse una diadema
o encontrando el peor lugar para colocar un broche.
Esas manitas, acorraladas por la seda, el algodón, el fieltro.
Son mágicas, sanadoras.
Pero de estas cosas no saben.

Si miráis un poco de cerca,  podréis  verle rendido, de rodillas,
 claudicando, bello, ante el sofá de su casa.
Ese cuerpecito lleno de tanta vida,
 cosido a las hechuras del peor sillón del mundo.

Y en esto, tengo que decir,
que la moda me resulta tan ajena como ella,
que me atrae con encanto magnético,
cualquier cosa parecida a un cojín, asiento o butaca,
 justo igual que él.
Que ojalá y encuentre las palabras para decirles
que yo tampoco sé,
que no tengo ni idea,
que me dan mil vueltas
que se lo debo todo,
que en noches negras y huecas como la de hoy,
es lo otro, lo que me da la vida,
lo que me anima a
vaciar este cuerpo
de palabras que son vuestras.
Puede que haya cosas que no sabéis
pero ¡eh!
ni falta

ni falta que os hace.



12 comentarios:

  1. Cualquiera diría que las has encontrado (las palabras para decirles que...)
    Abrazos, siempre

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Fue muy difícil sólo el hecho de intentarlo, así que muchas gracias Amando.

      Eliminar
  2. Impresionante!!!....Me he quedado sin palabras..."construir un bastión al final de cada otoño"....Guau!!! qué bonito, María!!
    Un beso grande!
    M.

    ResponderEliminar
  3. Ay, muchas gracias por tu comentario!! Me hace muchísima ilusión que llegue a los demás un poema tan personal que he hecho para mis padres!! Gracias M. ;D

    ResponderEliminar
  4. oye, me acabo de enterar que has ganado lo de los relatos de la ser... enorme noticia, me alegro un montón! no tengo tu teléfono ni mail, y me he borrado de facebook, así que te felicito por aquí... enhorabuena y disfruta del premio y del verano, compañera... salud!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias Antonio. Que sepas que me da mucha alegría saber de ti y tener la oportunidad de agradecerte esas cinco palabras mágicas que me han hecho poder llegar hasta aquí.
      Una parte de Candela es tuya y eso me encanta!! Espero que te vaya todo estupendo, y que estés disfrutando de tu feliz (e imagino que insomne) vida de padre primerizo. Nos vemos en los bares y allí podré agasajarte con cervezas (langostas si es preciso) y saldar la deuda que tengo contigo. Saludos Crack

      Eliminar
  5. ¡Hola, María! Te escuché ayer en la radio (felicidades por el premio) y he venido a leer lo que seguía a una frase tan sugerente... Encuentro que es un texto precioso, de una ternura que emociona. Me ha encantado. ¡Un saludito!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias Eva!! Me alegra que te haya gustado.
      Estaré pendiente por si oigo tu nombre ;D
      Saludos!!

      Eliminar
  6. Gracias por darnos este inicio tan prometedor y por el pedazo de poema tan maravilloso, una crac.Me quedo por tu casa para siempre. Un abrazo, invitada quedas a Montesinadas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a tí, Manuel. Me encuentro halagadísima.
      Me paso por Montesinadas seguro. Abrazos de vuelta.

      Eliminar
  7. te escuché el jueves pasado en el recital de lo prometido es duda.. amé este poema y me emocioné hasta las lágrimas. Hermosas palabras, hermosos sentimientos.

    ResponderEliminar
  8. Muchas gracias por hacerme llegar toda esa emoción que te transmitió.Para mí, este poema crece cada vez que alguien lo vive tan intensamente. Me siento halagadísima. La verdad es que fue un placer formar parte de ese evento :D

    ResponderEliminar